jueves, 6 de noviembre de 2014

La concreción curricular

Los centros educativos se organizan y estructuran en función a la legislación vigente establecida a lo largo de diversos niveles de concreción. Estos, dispuestos por los distintos estamentos legislativos, tienden a complementarse desde lo general a lo específico para así poseer una guía según la que proceder. Esos primeros estamentos están dispuestos  por los gobiernos centrales y autonómicos, y es a partir de las leyes, reales decretos, decretos y órdenes vigentes, de los que se fundamentan el resto. Tal es el caso de las vigentes leyes de educación LOE y LOMCE, esta última en proceso de implantación.

Es por ello por lo que en un primer momento todos los centros adscritos a un mismo nivel educativo (institutos por ejemplo) parten de una base común que han de cumplir, pero que conforme se va descendiendo en la jerarquía se da lugar a una diferenciación cada vez más marcada.
A este respecto, cada centro tiene su propio Plan de Centro, por lo que cada uno responderá de forma diferenciada a los problemas y necesidades que se le planteen desde su contexto social, además de poseer su propia gestión interna y organizativa. Así pues, podemos encontrar diversos instrumentos en este nivel como son el ROF (reglamento de organización y funcionamiento), los proyectos de gestión, o los proyectos educativos tales como los PAD, POAT, y planes de convivencia entre otros, cada uno propios de un centro.

Pero en lo que afecta más directamente a los alumnos del centro y a la actividad propiamente dicha dentro del aula tenemos las Programaciones didácticas, en las que se organiza no solo el temario, sino también las actividades, contenidos, pautas, competencias etc, y que obligatoriamente se rigen por las necesidades del grupo y la legislación vigente.

Finalmente y no siempre puesto en práctica, pues depende de la situación de determinados alumnos, podemos encontrar las Adaptaciones curriculares individualizadas: ACI, dedicadas a alumnos que posean algunas necesidades especiales por las cuales deban recibir una atención por parte del docente más individualizada y tengan problemas para el normal desenvolvimiento en el aula.

Por todo ello podemos ver como la estructura organizativa de los centro educativos se conforma en distintos niveles  desde los general a lo particular, respondiendo en cada caso (centro) a sus propios intereses y a las necesidades y problemáticas que su entorno le impone. Así podemos deducir que tanto el entorno educativo como el medio social están íntimamente ligados. De hecho no se puede entender la educación como algo ajeno a la cultura propia de zona. Un caso práctico que se puede derivar de esto es la búsqueda en cada centro de un perfil concreto de profesorado que ha de encajar dentro de las directrices marcadas por el mismo, y que estos deban adaptarse a los planes dispuestos por los departamentos y directivas.  

Pero si asumimos que la educación está intrínsecamente ligada al contexto social y su cultura, pienso que este no debe ceñirse solo al espacio educativo, sino que ha de existir una relación y un diálogo más profundo entre los dos elementos. A este respecto existen las asociaciones de padres, talleres y demás planes de trabajo como aulas abiertas, comunidades de aprendizaje, etc. que viene a responder, cada vez más a esa realidad de la escuela  que vivimos hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario