Comentarios
sobre el artículo de Manuel Vazquez Uceda.
¿Qué
es una escuela inclusiva? Podemos definir escuela inclusiva como aquel esquema
educativo que pretende ofrecer al alumnado una educación de calidad para el
desarrollo completo de todas sus potencialidades.
En
lo referido a la escuela actual, existe cierta rigidez estructural. Y sin
embargo, ofrecemos una educación estandarizada para un conjunto de alumnos muy
diverso. Por tanto, un modelo de escuela homogénea no participa de la idea de
una escuela inclusiva.
Para
poder materializar el cambio, es necesario el abandono de de la cultura docente
individualista. Una escuela inclusiva exige traspasar los muros del aula y la
jurisdicción establecida. Es la creación de un modelo de cooperación docente.
Se pueden compartir dos docentes por aula, crear comisiones de trabajo y
realizar proyectos que incluyan a toda la comunidad educativa.
Un
orientador/a puede y debe, conocer estrategias de enseñanza que se amolden a
diferentes tipologías de aprendizaje, habilidades, siendo un apoyo básico, para
la dinamización de los procesos. Sería esencial romper con la separación
artificial existente entre los diferentes departamentos y procurar una lideranza
bien encauzada.
Es
fundamental tener una estrecha relación con la realidad del alumnado. Siendo la
acción tutorial una herramienta básica de esta propuesta. De hecho, la tutoría
actúa como parte esencial del proceso educativo.
Por
otro lado, esto no implica tener que realizar programas diferentes para cada
alumno, sino procurar que todos se sienta incluidos en el programa. Generando
un amplio nivel de logro entre las competencias básicas, con un aprendizaje
dinámico, sabiendo que cada grupo llegara a distintos destinos. Esta es la base
de la enseñanza personalizada.
Sobre
las conclusiones, podemos recalcar que no se ha hablado de alumnado con
necesidades especiales, de forma que no se es excluyente. Por último, hay que
matizar el hecho de que la colaboración de la comunidad educativa es esencial.
El aspecto más interesante de esta propuesta es
precisamente la intencionada omisión de los alumnos con necesidades educativas
especiales. Si partimos de la premisa de la diversidad del alumnado, no se
puede o no se debe, considerar “diferentes” a aquellos que no se ajusten a los
modelos, aún rígidos de los planes de estudios.
Es evidente, que hoy en día, para tener una
educación realmente democratizada e inclusiva hay que elaborar un entramado de
coexistencia con toda la comunidad educativa. Mantener la propuesta de la
coparticipación, no tomar acciones que desvinculen a ningún elemento del la
comunidad educativa y romper todas las fronteras preestablecidas en el antiguo ideario
educacional.
Yo estoy plenamente de acuerdo con ello, y realmente
sorprendido y motivado de encontrar una educación que cada vez se parece menos
a la que he vivido personalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario