Escuelas aceleradas

Las escuelas aceleradas (acelerated school), surgen en San Francisco en 1986 con la necesidad de manifestar una actitud global ante la evidente diversidad existente en los diferentes contextos sociales.

La escuela, como tal, ha estandarizado un tipo de enseñanza dirigida a la clase media, que a muchos efectos se torna excluyente para sectores más desfavorecidos. Las escuelas aceleradas, nacen pues, con la motivación de renovar este pensamiento creando un marco psicológico diferente en toda la comunidad educativa. Siendo este marco integrador, democrático y dispuesto a trabajar con las posibilidades y potencialidades del alumnado. Como el propio J. L. B. Agudo expresa: “No se parte de una situación en la que la extracción social determina las expectativas hacia ellos”(1).

La clarificación de objetivos de las escuelas aceleradas se expresa básicamente en la idea de que cada niño tuviera la oportunidad de participar como miembro creativo, crítico y productivo del constructo social. Esta mudanza se produce a través de un cambio en el posicionamiento general frente al alumnado de grupos desfavorecidos. De esta manera, en vez de creer que este grupo necesita un aprendizaje más lento, se crean estrategias de aprendizaje motivadoras.

Para reelaborar un cambio de paradigma en este sentido, se entienden diferentes tipos de valores sustentadores para la iniciativa. Entre ellos, podemos mencionar la unificación de esfuerzos por parte de toda la comunidad educativa, compartir, así mismo, las responsabilidades en la toma de decisiones y poner los recursos de la comunidad al servicio de este ideal.

Entre las dificultades a sortear, además de las circunstancias específicas de cada contexto, podemos encontrar las diferencias esenciales entre la teoría y la práctica, y el profundo cambio que supone para la cultura escolar.

De esta forma, algunas funciones de los actores educativos dentro de la comunidad tienen que verse sensiblemente modificadas, y para ello, se necesita de una verdadera implicación con los intereses del alumnado y los mecanismos para que el alumnado sea el propio motor de su experiencia. Así mismo, el proceso debe ser inclusivo con todos, y continuo para que surta efecto.

En definitiva, se habla de una educación activa en la que se incluye cooperación y atención individualizada, inclusión de nuevos recursos pedagógicos y tecnológicos, y la aplicación de estos presupuestos en grupos heterogéneos.

Se espera entonces, una mejora de la actitud frente al aprendizaje, así como, un incremento de las destrezas y capacidades del alumnado, junto al fomento de la participación de los padres y a grandes rasgos, una mejora generalizada del clima de la escuela.

Por último, el texto de J. L. B. Agudo hace referencia a la necesidad de implantación delo concepto de escuela acelerada en el sistema educativo español, y como, en ciertos aspectos, este cambio, se está produciendo de forma gradual en los planteamiento de la LOGSE, con una enseñanza más activa y mayor atención a la diversidad.

Los retos socio-culturales a los que se enfrenta el mundo tras los procesos de globalización han creado situaciones de intercambio, convivencia e interacción cultural sin precedentes. Las exigencias económicas, los conflictos armados y todos los sucesos de índole socio-política han desencadenado nuevos retos para la educación y los educadores.

Las escuelas aceleradas son, a mi parecer, una de las iniciativas necesarias para afrontar estos retos. Una estrategia para canalizar la evidente diversidad, y que esta, se exprese, de una forma integradora, creativa y provechosa para todas las comunidades.

Es de esperar, que una comunidad educativa que no comprende tales cambios, termine por deteriorarse y no cumplir sus objetivos formativos. Por tanto, el ideario de las escuelas aceleradas resulta una necesidad imperante en el marco educativo del nuevo siglo.

(1) BERNAL AGUDO, JOSE LUIS. 2004. Escuelas Aceleradas, Una actitud global ante la educación. Ponencia presentada en el I Encuentro Orientación y Atención a la Diversidad. Zaragoza.